Varios ayudantes del exmandatario afirmaron en un video que las alegaciones de Trump de que le robaron las elecciones eran falsas, mientras el panel exponía en detalle meticuloso el alcance de sus esfuerzos para mantenerse en el cargo, comentó el diario The New York Times.
Para asombro de algunos y confirmación para otros, el panel ofreció información nueva sobre lo que caracterizó como un intento de golpe de Estado orquestado desde la Casa Blanca que culminó en el asalto mortal al Capitolio.
Los líderes del panel revelaron que los investigadores escucharon el testimonio de como el presidente respaldó el linchamiento de su propio vicepresidente mientras una turba de partidarios descendía sobre la sede legislativa.
Atónitos o tal vez consternados, los televidentes vieron inundadas sus casas con informes que expusieron la historia completa sobre como un mandatario en funciones incitó a un disturbio mortal, una destitución y una crisis de confianza en el sistema político que conmocionó al país.
Aunque hay un por ciento de incrédulos que aun hoy están plantados y justifican al 45 presidente, las palabras del representante Bennie Thompson, demócrata de Mississippi y presidente del comité, fueron lapidarias.
«Donald Trump estaba en el centro de esta conspiración», dijo, «Y en última instancia, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, espoleó a una turba de enemigos domésticos de la Constitución para marchar hacia el Capitolio y subvertir la democracia estadounidense», puntualizó.
«Verán que Donald Trump y sus asesores sabían que, de hecho, había perdido las elecciones», dijo la representante Liz Cheney de Wyoming, la vicepresidenta y una de las dos republicanas del panel.
«Pero a pesar de esto, el presidente Trump se comprometió en un esfuerzo masivo para difundir información falsa y fraudulenta para convencer a enormes porciones de la población estadounidense de que el fraude había robado la elección», dijo.
Aun así, los republicanos pidieron su perdón, algo que pudiera cambiar ahora tras conocerse el resultado de la investigación.
La comisión, que entrevistó a más de mil testigos, acumuló más de 140 mil documentos y cuenta con una plantilla de unos 45 empleados, entre los que se encuentran más de una docena de exfiscales federales y dos exfiscales de Estados Unidos, parece que proporcionara los elementos necesarios para borrar las dudas sobre el papel de la Casa Blanca.
La audiencia es la primera de una serie de seis previstas para este mes, durante las cuales el panel planea exponer a los estadounidenses toda la magnitud y el significado de la campaña sistemática del exgobernante para invalidar las elecciones de 2020 y permanecer en el poder.
En este ambiente de muchas expectativas hay que tener en cuenta que los estadounidenses están a solo cinco meses de las elecciones de mitad de período en las que está en juego la mayoría de los demócratas en el Congreso.
Sin duda lo que salga de este ejercicio, marcará un contraste entre republicanos y demócratas en noviembre, incluso algunos rojos que justificaron a Trump en sus esfuerzos para anular las elecciones de 2020 buscan la reelección.
Todo indica que en las seis audiencias programadas para este mes pudieran estar los elementos que marquen el principio del fin de Donald Trump como figuras política en Estados Unidos.
Si se demuestra el vínculo y la incitación a la sedición por parte del mandamás para violar la ley, desconocer el resultado de las urnas y sus intentos de mantenerse en el poder por la fuerza, las cosas se le pondrán muy oscuras y previsiblemente, esos hechos se convertirán en el Watergate que la invalide para siempre en la política.
Este proceso, sin dudas, será una inyección informativa para los estadounidenses si quieren decidir en noviembre y en 2024 sobre los destinos de su país, porque, evidentemente, desde hace muchos años su llamada democracia está en peligro.
mem/lb
