De acuerdo con comunicados oficiales previos, la medida de carácter parcial aplica para visitantes de 98 países con bajo riesgo de contagios por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y sus variantes, entre los cuales figuran Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Corea del Sur, Indonesia y Tailandia.
La entrada de los vacacionistas foráneos se comprenderá dentro del límite diario de 20 mil personas, pero quedarán exentos de las pruebas en los aeropuertos y de la cuarentena.
El ministro de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo, Tetsuo Saito, dijo en conferencia de prensa que trabajarán para restablecer la demanda turística, mientras buscan un equilibrio entre la contención de las infecciones y las actividades socioeconómicas.
Como parte de la estrategia de reapertura, las autoridades niponas establecieron un grupo de pautas sanitarias para los viajeros internacionales, según las cuales es obligatorio el uso de mascarillas y la contratación de un seguro médico.
La Agencia de Turismo de Japón basó las directrices en los resultados de la prueba piloto realizada el pasado mes de abril con viajeros procedentes de Estados Unidos, Australia, Singapur y Tailandia.
Asimismo, definió los protocolos para las empresas turoperadoras, las cuales deberán establecer rutas por áreas poco concurridas, seleccionar sitios de hospedaje que implementen estrictas medidas preventivas contra el virus respiratorio, así como definir hospitales y hoteles de aislamiento multilingües.
El gobierno nipón espera un arribo masivo de turistas a finales de junio y principios de julio, teniendo en cuenta el tiempo que demora solicitar los permisos de viaje.
El turismo receptor, que cayó cerca del 90 por ciento en 2020 con respecto al año anterior, es uno de los sectores económicos que más ha sufrido el impacto de la crisis sanitaria global, con pérdidas millonarias para la industria.
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