Esta semana el organismo multilateral tuvo entre sus actividades el recordatorio de los retos para hacer frente al mal al cumplirse un año de la adopción de una declaración política sobre el SIDA.
Los Estados miembros del organismo multilateral advirtieron en la Asamblea General la necesidad de trabajar unidos para impulsar la aplicación de ese instrumento que busca acabar con el mal de salud a finales de esta década.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó en un informe acerca de la ejecución de la declaración política que las desigualdades y la falta de inversión «ponen al mundo en una peligrosa situación de falta de preparación para afrontar las pandemias de hoy y de mañana».
De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas, la pandemia de SIDA es responsable de más de 13 mil muertes cada semana.
En ese sentido advirtió que las infecciones por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y los decesos relacionados con la enfermedad no están disminuyendo con la suficiente rapidez como para terminar con esta pandemia en 2030, según el compromiso adquirido.
La declaración del Secretario General de la ONU ante la Asamblea General, presentada por el jefe de gabinete de Guterres, Courtenay Rattray, detalló algunas medidas inmediatas para invertir las actuales tendencias.
«En primer lugar, debemos abordar las desigualdades interconectadas, a la discriminación y a la marginación de comunidades enteras, que a menudo se ven exacerbadas por leyes, políticas y prácticas punitivas», destacó Rattray.
Para ello, pidió reformas políticas encaminadas a reducir el riesgo de infección por el VIH en comunidades marginadas, como los profesionales del sexo, personas adictas a drogas inyectables, reclusos, transexuales y hombres homosexuales.
«El estigma perjudica a todo el mundo. La solidaridad social nos protege a todos», subrayó.
También explicó que otro de los objetivos es garantizar el intercambio de tratamientos, como las terapias antirretrovirales de acción prolongada, y ponerlos a disposición de todas las personas a nivel global.
Además, urgió aumentar los recursos disponibles para hacer frente al SIDA.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, consideró que «la igualdad de acceso a la atención sanitaria es un derecho humano esencial para garantizar la salud pública, para todos».
La declaración política afirmó que si la comunidad internacional alcanza los objetivos, se evitarán 3,6 millones de nuevas infecciones por el VIH y 1,7 millones de fallecimientos relacionados con el para 2030.
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