A través de un comunicado, la organización instó a los responsables en la toma de decisiones a cumplir con los principios de transparencia en las negociaciones y mantener todos los temas abiertos sobre la demarcación de las fronteras a la opinión pública.
Subrayaron que el sector del petróleo y el gas puede exacerbar la crisis económica y financiera que impacta en Líbano, al igual que otras ramas sacudidas por la corrupción y la mala gestión.
Destacaron la importancia de transformar la riqueza natural de Líbano en beneficio para el futuro, al tiempo que enfatizaron exigieron la adopción de la Línea 29, considerando la ruta trazada por la Autoridad Hidrográfica del Ejército.
Enfatizaron que diluir la disputa sobre el campo de Karish, ubicado en la zona sur entre Líbano y Palestina ocupada, significará para el país perder una oportunidad de llegar a perforar sus aguas.
Amos Hochstein arribó este lunes a Beirut por invitación de las máximas atoridades libanesas y los primeros encuentros involucraron al director de Seguridad General, Abbas Ibrahim y el ministro en funciones de Energía y Agua, Walid Fayadd.
La estancia hasta mañana del diplomático estadounidense en la anción busca retomar las negociaciones indirectas en la demarcación de la frontera, tras las maniobras desde la semana pasada de un barco de la unidad de producción Energean Power al servicio de Israel.
Hizbulah (Partido de Dios) reiteró las capacidades financieras, militares y de seguridad de la resistencia para evitar la exploración de las riquezas de Líbano por parte de Israel.
Líbano e Israel no tienen relaciones diplomáticas y desde el conflicto de 2006 fuerzas de Naciones Unidas mantienen la tranquilidad en la frontera común en el sur.
En cuanto a los límites marítimos, ambas naciones reanudaron los diálogos en 2020, pero el proceso quedó en pausa tras la solicitud de funcionarios libaneses de actualizar el mapa utilizado por las Naciones Unidas en las conversaciones.
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