La legislación neoyorquina respalda a los proveedores y pacientes de quienes intenten presentar cargos en su contra por la interrupción voluntaria de embarazos.
Además, prohíbe que los tribunales del estado cooperen en demandas civiles o penales derivadas de abortos que se realicen legalmente en Nueva York e impide a las fuerzas del orden público ayudar con investigaciones de otros territorios sobre procedimientos de ese tipo realizados dentro de la jurisdicción neoyorquina.
Hoy tomamos medidas para proteger a nuestros proveedores de servicios de las acciones de represalia de los estados antiaborto y garantizar que Nueva York siempre sea un puerto seguro para quienes buscan atención médica reproductiva, dijo la demócrata Hochul, en un comunicado.
Unos 26 estados están a punto de prohibir la interrupción de embarazos si la Corte Suprema estadounidense anula la sentencia del caso conocido como Roe vs Wade, que desde 1973 garantiza el aborto en esta nación norteña.
En aquel momento el tribunal escuchó los argumentos de Jane Roe -pseudónimo de Norma McCorvey- quien intentó abortar en Texas, pero el fiscal Henry Wade se lo impidió y ella dio a luz antes de la sentencia del Supremo a su favor.
Precisamente en Texas, desde septiembre de 2021, entró en vigor una normativa que prohíbe realizar el procedimiento a partir de las seis semanas de gestación, cuando muchas féminas ni siquiera saben todavía de su condición.
Además, el año pasado se presentaron proyectos con un lenguaje similar o idéntico al de Texas en Alabama, Florida, Missouri, Mississippi y Ohio.
Recientemente se filtró un borrador del supuesto fallo de la máxima instancia judicial, en el cual los magistrados votan a favor de derogar la decisión de Roe vs. Wade, lo cual provocó manifestaciones y protestas en toda la nación en defensa de los derechos reproductivos de las mujeres.
car/avr