Un portavoz del tribunal de la ciudad de Trápani, en la isla de Sicilia, donde se iniciaron las audiencias el 21 de mayo último, dictaminó que la Fiscalía de esa localidad omitió el debido informe a los encausados acerca de la conclusión de las investigaciones.
Ese error constituye una violación de los derechos básicos de los encartados en este proceso, cuyos abogados rechazan los cargos y demandan que se retiren los mismos.
El rescate en el mar es un deber, nunca un delito, señalan los defensores de los cuatro alemanes, tripulantes del barco Iuventa, y de los restantes 17 implicados en estos hechos.
Esa embarcación, según alegan, realizó labores para el salvamento de unos 14 mil inmigrantes durante los años 2016 y 2017, hasta que fue incautado en Sicilia hace casi cinco años.
Los miembros de su tripulación detenidos se nombran Uli Troder, Kathrin Schmidt, Sascha Girke y Dariush Beigui, quienes están acusados de complicidad con el tráfico de personas y de ser encontrados culpables pueden ser condenados hasta a 20 años de cárcel.
Entre los encausados se encuentran además Stephan Van Diest y Matthias Kennes, miembros de la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras, así como cooperantes de la agrupación humanitaria Save the Children.
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