La iniciativa surgió a raíz de la revelación de una de sus nietas al encontrarlas en una caja reservada precisamente para sus nietos como él mismo escribió.
Se trata de una muestra muy sencilla de su correspondencia con personalidades además, como Carlos Fuentes, Wim Wenders, Augusto Monterroso, Woody Allen, Robert Redford y su editora Carmen Balcells. Sus organizadores la abrieron bajo el título Gabo a 40 años del Nobel: El escritor sí tiene quien le escriba, y está abierta en la que fuera la casa del autor colombiano en México ubicada en la calle Fuego 144, en la colonia Jardines del Pedregal.
Hoy se le conoce como Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, y allí se instaló un espacio con tres vitrinas que muestran las misivas, entre ellas, algunas del puño y letra del líder revolucionario y presidente de Cuba, Fidel Castro, y destaca una en especial enviada en 2007, en la que le expresa:
“Querido Gabo: Hace unos minutos me llamó Raúl pidiéndome te llamara por teléfono, pues tu estarías en el aire a las 9 y 15 de la noche, rumbo a España.
“A esa hora es tarde para una conversación larga como es tu estilo. Sé que tú además eres capaz de inventar cosas y cambiarlo todo. Estoy sometido a un régimen riguroso de ejercicios que no debo incumplir si pretendo seguir siendo útil a la Revolución. Por ello escribo esta nota que te entregarán antes de tomar el avión.
“Ruego recibas un fuerte abrazo y lo transmitas a Mercedes y a tus dos hijos y nietos. Seguiré tratando de aprender la décima parte de lo que tú sabes hacer de forma perfecta. Rindo tributo a tu pluma genial. Fidel Castro. Diciembre 10 de 2007. 6 y 12 pm.”
También se exhiben las cartas que en julio de 1994 le envió al Nobel colombiano, desde Chiapas, el subcomandante Marcos:
“Maestro García Márquez, acá, como quien voltea al sur que nos duele, nos vamos a reunir para conspirar contra las sombras que nos ahogan. Háganos el favor de acompañarnos con el cabito de luz que sus letras anda.
“Valga, pues, esta última opción. Puede usted, sin pena alguna, prescindir de todos los titubeos anteriores y tomar la invitación última. Tome las implacables tijeras (que seguro tiene en el lado derecho de su mesa-escritorio.pupitre.etcétera) y haga, con la presente, uno de esos cucuruchos que sirven para todo, por ejemplo, para que una luz con el viento en contra no se apague…
“Vale, Maestro, aunque no venga lo esperamos… siempre. Salud y un boleto nomás de ida, al país de la esperanza, a la América Latina. Respetuosamente. Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos. México, Julio de 1994.”
La Casa es dirigida por la actriz Emilia García Elizondo, precisamente la nieta que encontró el epistolario hoy abierto a los ojos de todo aquel que aprecia y desea conocer las interioridades del autor de Cien años de soledad.
Entre los mensajes de felicitación por el cumpleaños del escritor, están expresidentes de México, país qu acogió como su segunda patria. Pero sin duda, una de los más entrañables es el que le hizo llegar su editora Carmen Balcells en 1997:
“Querido Gabo, esta es una carta de felicitación de cumpleaños. Han resultado un fracaso tras otro todas las cosas que te he querido comprar para sorprenderte. Al final, he pensado lo único que te puede sorprender es el afecto que te tengo, que a lo mejor ni siquiera te habías dado cuenta”.
mem/lma