Durante el tradicional sermón de los viernes, Ali Damoush enfatizó que Estados Unidos empoderó en el poder y evitó el ajusticiamiento de los responsables del colapso, la pérdida del dinero de los depositantes y la acumulación de más de 100 mil millones de dólares en deuda de la nación.
El miembro del Partido de Dios subrayó que la política de mendigar al gobierno estadounidense por parte de algunos funcionarios dirige al país a la peor etapa y profundiza la sumisión al imperialismo.
Denunció que Estados Unidos no quiere una solución en Líbano y constituye en el presente un obstáculo importante para el tratamiento a expedientes como el de la electricidad, residuos, transporte e infraestructura.
Instó a la cooperación y solidaridad de todos aquellos que defienden la voluntad nacional para salir de las actuales problemáticas y ofrecer bienestar al pueblo libanés.
El dirigente de Hizbulah llamó a acelerar la formación de un gobierno efectivo que tenga la responsabilidad de preservar la riqueza petrolera de Líbano sin depender de posiciones estadounidenses.
Una inflación de 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares estadounidenses y 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos sitúan hoy en alerta roja la crisis de Líbano, según cifras de Naciones Unidas.
El próximo 23 de junio, el presidente de la República, Michel Aoun, convocó a las consultas parlamentarias para designar al nuevo gabinete como continuidad al proceso legislativo iniciado el pasado 15 de mayo y en aras de impulsar la recuperación del país.
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