Dicho acto “no solo pone en peligro su vida, sino que, además, marca un precedente alarmante para todos los periodistas del mundo que investigan y buscan la verdad”, escribió la también presidenta del Senado en su perfil en la red social Twitter.
Tal disposición fue anunciada la víspera por el despacho de la ministra de Interior de Reino Unido, Priti Patel.
La titular tenía en sus manos el destino de Assange después que el Tribunal Superior de Londres aceptó en abril pasado la apelación de fiscales norteamericanos contra la decisión de una jueza de primera instancia que se negó a su traslado por problemas de salud.
El periodista australiano está encerrado en una cárcel de máxima seguridad en ese país europeo desde que Ecuador le retiró en 2019 el asilo político otorgado siete años antes y permitió que la policía lo arrestara en su embajada en Londres.
Estados Unidos pretende juzgarlo por sacar a la luz crímenes de guerra cometidos por sus militares en Iraq y Afganistán, y miles de archivos secretos de la diplomacia norteamericana.
De ser juzgado y declarado culpable por un tribunal de esa nación, el ciberactivista podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de 17 cargos relacionados con la ley de espionaje que se le imputan.
“Con la complicidad de su lacayo británico, el dictador mundial arremete contra Assange, símbolo de la libertad de prensa, y se lo lleva a donde le esperan torturas y muerte. Un día de luto para la humanidad”, escribió el politólogo argentino Atilio Borón en Twitter tras conocer lo sucedido.
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