Ya en junio, abundó el comunicado, las temperaturas son típicas de aquellas presenciadas en julio o agosto, y en algunas partes de España y Francia superan en más de 10 grados Celsius (°C) la media de esta época del año.
A mitad de esta semana, casi un tercio de la población estadounidense estaba bajo algún tipo de aviso de calor, y algunas áreas informaron temperaturas de tres dígitos en grados Fahrenheit, apuntó.
Los episodios en curso siguen a una ola de calor prolongada en India y Pakistán en marzo y abril, añadió la OMM.
Como resultado del cambio climático, advirtió, estos fenómenos comienzan antes, y se vuelven más frecuentes y severos debido a las concentraciones récord de gases de efecto invernadero.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático proyecta que por cada 1,5°C de calentamiento global, habrá olas de calor crecientes y estaciones cálidas más largas mientras las frías se acortan, recordó la entidad.
Asimismo, aseguró, con dos °C de calentamiento global, los extremos de calor alcanzarían con mayor frecuencia umbrales críticos de tolerancia para la agricultura y la salud.
De acuerdo con la OMM, es preciso adaptarse a las nuevas condiciones y una de las formas de hacerlo es a través de sistemas de alerta temprana y planes de acción relacionados con los retos planteados en el contexto actual.
El calor extremo es mortal, especialmente para los vulnerables, significó la información.
Los habitantes de las ciudades son particularmente susceptibles debido al llamado efecto de isla de calor urbano que magnifica los impactos de las temperaturas en comparación con el campo donde hay más vegetación, remarcó.
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