«Los colombianos se expresaron libremente en las urnas y como gremio seguiremos construyendo tejido social en el campo y contribuyendo con nuestro trabajo diario al desarrollo económico y social del país», expresó la agrupación en un comunicado.
Aseguró que el presidente electo conoce Colombia y sabemos que sabrá trabajar de la mano con el sector cafetero -un sector de historia, resultados, ejemplo de unión y democracia-, en políticas de largo plazo enfocadas en la sostenibilidad y rentabilidad de la caficultura.
De esa forma, llevar bienestar y estabilidad socio económica al país, subrayó la FNC en el saludo.
«Señor presidente electo, a usted y a su equipo de trabajo les deseamos la mejor de las suertes en su gestión, pues será para beneficio del conjunto de los colombianos», enfatizó la Federación.
Hace varios días, en el contexto de su campaña electoral Petro, visitó Anserma, municipio ubicado al occidente del departamento de Caldas, donde pasó la noche en una finca cafetera en la vereda Juan Pérez, y fue recibido por el dueño Rigoberto López, con quien conversó acerca de las problemáticas que enfrentan los campesinos que producen café en la región.
En declaraciones al diario Patria.com, desde esa finca, manifestó que es necesario actuar en varios niveles como tratar de reconstruir el Pacto Cafetero.
«Me refiero a nivel mundial para aumentar el precio internacional del café, ese es un tema que implica un Gobierno con relaciones diplomáticas, ese es mi compromiso, obviamente depende también de otros estados productores: Vietnam, Indonesia y Brasil», dijo Petro.
En su opinión, Colombia debe dar paso a la industrialización del café de manera más acelerada.
«Esta deberá ser realizada a partir de las cooperativas cafeteras, lograr un mayor dinamismo, creo que el cooperativismo cafetero podría ser un gran aliado en la industrialización del café y que recursos fundamentalmente públicos podrían entregarse para que diéramos cada vez mayores saltos en estos procesos», explicó.
Consideró que actualmente, la edad promedio del cafetero es bastante alta, es decir no hay una juventud cafetera dedicada a la labor, la cual pareciera que se va a extinguir.
«Entonces tenemos una problemática porque es una población que se va a quedar allí, en las fincas y me parece que la reforma pensional debe garantizar al menos un salario mínimo a todo aquel y aquella persona que se haya dedicado al café toda su vida y no tenga pensión», subrayó el ahora presidente electo de Colombia.
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