Pese a los beneficios de trabajar desde casa, tales como el ahorro del tiempo y la energía en el traslado hacia las oficinas, e incluso una mayor productividad y una mejor concentración, la fuente alertó que tras la aumento de esa tendencia se comprobó un incremento del sedentarismo, jornadas laborales más largas y aislamiento social.
El teletrabajo, apuntó, se disparó en 2020 cuando una parte importante los empresarios adoptó esta tendencia a tiempo completo en pleno apogeo de la pandemia de Covid-19.
Debido a esto, añadió, resulta crucial identificar en el hogar los riesgos causantes de los trastornos musculoesqueléticos, cuyos desencadenantes tienen orígenes relacionados con la ergonomía, la organización del trabajo y otros factores ambientales y psicosociales.
Con el fin de paliar los efectos adversos de este fenómeno, el organismo recomendó a los empleadores ofrecer educación y capacitación para que el personal contratado aprenda a hacer un uso óptimo de la dinámica de las estaciones de trabajo y a mantenerse activos durante la jornada laboral.
Instó igualmente a establecer una política clara de teletrabajo con disposiciones indispensables para el bienestar de la mano de obra, al tiempo que aconsejó mayores niveles de actividad física y de ejercicios fuera de los horarios de oficina.
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