A la solemne y a la vez cálida ceremonia, encabezada por el embajador de Managua en el istmo, Marvin Ortega, acudieron representantes del cuerpo diplomático, integrantes de movimientos populares y de solidaridad con Nicaragua, pero sobre todo jóvenes estudiantes comprometidos con otro espacio para beber de la historia común.
El rector del centro de altos estudios, Eduardo Flores, en breve reseña, explicó por qué la Universidad mayor se honra con tener entre sus instalaciones al General de hombres y mujeres libres.
Al respecto mencionó que de los lazos indisolubles que unen a ambos pueblos bastaría solo recordar a la brigada Victoriano Lorenzo, integrada por panameños, muchos de los cuales ofrendaron sus vidas por una Nicaragua libre y cuyos nombres estamparán a futuro en la obra escultórica.
Por su parte el diplomático Ortega agradeció la solidaridad de muchas personas en Panamá que con sus recursos contribuyeron a financiar y concluir en tiempo este sueño que forma parte de todo un movimiento por difundir por la nación canalera la vida y obra de próceres nicaragüenses como Sandino y Rubén Darío.
Este Monumento a Sandino en Panamá, aseveró, es el más grande fuera de Nicaragua, donde se le puede encontrar en todas las ciudades.
Sobre la efigie que ahora recuerda la figura mística del General, el embajador narró que está inspirada en la foto de la portada de un libro cuyo autor es el periodista estadounidense Carleton Beals(1893-1979), quien entrevistó varias veces al guerrillero durante su tenaz resistencia heroica ante las hordas norteamericanas y que tituló “Un Quijote en un burro”.
Ortega resaltó la responsabilidad compartida entre su representación diplomática, los grupos de solidaridad y el colectivo de profesores y estudiantes universitarios panameños en preservar la memoria de Sandino, asesinado a traición por órdenes de la embajada de Estados Unidos.
La velada estuvo matizada por canciones sobre Sandino, como «Allá va el general» y «Yo soy de un pueblo sencillo».
Augusto César Sandino se recuerda en Nicaragua por su valentía y antimperialismo al protagonizar una las hazañas más dignas en la historia del país, cuando en 1927 se opuso al pacto de Espino Negro e impidió la intervención norteamericana.
mem/ga