En la 78 Asamblea General Anual de la IATA el director general, Willie Walsh, explicó que pese a las proyecciones para el venidero año, se prevé que en 2022 las pérdidas de las aerolíneas ronden los nueve mil 700 millones de euros.
No obstante, las previsiones son mejores a las registradas anteriormente cuando se esperaba que esas pérdidas rondaran los 11 mil millones de euros.
Walsh recordó que en la medida que los gobiernos relajaron las restricciones por la Covid-19, surgieron diferentes problemas como demoras y disrupciones, algunos evitables. Pese al desmantelamiento de la conectividad, «sobrevivimos, desafiando las predicciones de quiebras y quiebras», gracias a que, antes de la crisis sanitaria, «los cimientos financieros de la industria de la aviación estuvieran en su punto más fuerte», opinó.
Pero advirtió que la Covid-19 no será la última pandemia mundial, y resaltó la necesidad de aprender de los errores cometidos en cómo se cerró la aviación y cómo se reabre el sector.
La prioridad, dijo, es trabajar junto con los gobiernos y los aeropuertos para abordar los problemas de capacidad donde se presenten.
Por otra parte, criticó que más de la mitad de los 100 aeropuestos más importantes del mundo aumentaron las tasas aeroportuariaspara 2022 y 2023, parce que esperan que los clientes compensen los ingresos no obtenidos durante la pandemia.
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