En su conferencia de prensa matutina diaria en el Palacio Nacional, el mandatario anunció que investigan los hechos y darán a conocer la verdad apenas se conozcan los detalles, pero hasta ahora no hay información del por qué se llevaron los cuerpos, aun desaparecidos.
Informó que hay suficiente presencia de la Secretaría de Defensa en la sierra Tarahumara, con mucha actividad del crimen organizado, y patrullan toda la zona donde fueron asesinados los dos sacerdotes jesuitas.
Según el jefe de Estado, las versiones señalan que participaron al menos cuatro presuntos delincuentes. Al ofrecer condolencias a la comunidad de la Compañía de Jesús, (los jesuitas) le comunicó que el objetivo es recuperar los cuerpos de los tres asesinados, pues hay un guía de turismo muerto, y capturar al culpable, que se encuentra plenamente identificado.
Además, reveló el gobernante, hay dos desaparecidos, entre ellos la esposa del guía asesinado. A una pregunta sobre declaraciones del papa Francisco, quien lamentó la violencia en México, dijo que, en su caso, de manera directa, no ha contactado con El Vaticano, pero ya hay servidores públicos que hicieron contacto con la santa sede.
El asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, el lunes en la localidad de Cerocahui, en Chihuahua, estremeció a la Iglesia católica, que no tenía un hecho de violencia tan marcado desde el homicidio de Juan Jesús Posadas Ocampo, en Guadalajara, en 1993.
Los hechos ocurrieron cuando el secuestrado guía de turistas Pedro Eliodoro «N» en Cerocahui, en el municipio de Urique, fue llevado a la iglesia de la comunidad.
Los sacerdotes intentaron protegerlo de su agresor, pero éste asesinó a los tres.
Un tercer religioso, al escuchar los balazos, entró al templo y vio los cuerpos de los dos jesuitas y a «un asesino tal cual le dice: ‘lo siento, nos vamos a llevar los cuerpos'», añadió el religioso.
El papa Francisco, quien también pertenece a esta orden religiosa, al expresar su tristeza y consternación lamentó que haya tantos asesinatos en México. Estoy cerca, en afecto y oración, de la comunidad católica afectada por esta tragedia.
En México, miembros de diversas órdenes religiosas suelen actuar como defensores y mediadores entre los habitantes de sus comunidades y los sicarios del crimen organizado que allí operan. Unos 30 curas han sido asesinados en la última década en México, según la ONG Centro Católico Multimedial.
El gabinete de Seguridad Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza Rosa Icela Rodríguez, confirmó que ya está identificado el responsable principal de los crímenes y se continúa con la investigación para dar con su paradero y no permitir la impunidad.
Al respecto, el sacerdote Javier Ávila, reconocido por su labor en la sierra Tarahumara, dijo que presumiblemente se trata de un conocido líder delincuencial de la región, Noriel Portillo, El Chueco.
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