La mitad de la distribución de cada una se encuentra en paisajes sin zonas de protección, el 13,6 por ciento donde no existe ningún resguardo, y todas tienen una distribución limitada, lo cual las hace vulnerables, señalaron los autores del artículo.
Una media del 14,8 por ciento de las especies está expuesta a una presión humana alta o muy alta, mientras resulta moderada en el 68,5 y escapa a esta sólo el 17 por ciento, añadieron los científicos dirigidos por la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
«Al recopilar millones de registros recogidos por investigadores y ciudadanos de todo el mundo y compartidos en bases de datos abiertas, podemos calcular dónde es más importante preservar y restaurar las áreas naturales”, afirmó el profesor Josep M. Serra-Diaz.
El estudio realizado, aparte de cuantificar la amenaza que pesa sobre la riqueza arbórea internacional, evaluó acciones para mejorar la situación y proteger eficazmente la biodiversidad.
Planteamos las ubicaciones más adecuadas de las posibles zonas de protección en cuanto a la cobertura de las especies y también en sus diferencias evolutivas y funcionales, explicó el autor principal, doctor Wen-Yong Guo.
Investigaciones anteriores estimaron la pérdida neta de árboles anual en alrededor de 10 mil ejemplares y advirtieron que a ese ritmo la Tierra se quedaría sin ellos para el 2415.
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