El portal Brasil 247 asegura que, en un documento firmado por el diputado federal Reginaldo Lopes, la organización política advirtió que la vinculación de Bolsonaro con «el grupo criminal antecede a la posesión del exministro de Educación» Milton Ribeiro, arrestado por corrupción.
Los religiosos Gilmar Santos y Arilton Moura también fueron objetivos de la operación policial y están detenidos, al actuar con alcaldes para obtener recursos de la cartera.
Un informe del periódico Folha de Sao Paulo dio a conocer el 21 de marzo un audio en el que Ribeiro dijo favorecer un pedido de Bolsonaro y de ayuntamientos de municipios vinculados a dos clérigos amigos del Gobierno.
«Los pastores encarcelados y otros ya mantenían una frecuencia de encuentros con la primera dama, Michelle Bolsonaro, y visitaban con regularidad el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo), de modo que la organización delictiva estaba siendo estructurada y en funcionamiento desde hace bastante tiempo», afirmó Lopes en su demanda.
De acuerdo con el texto presentado por el PT, la administración de los recursos públicos del Ministerio de Educación «debería atender de manera impersonal a toda la sociedad brasileña y priorizar el combate a las demasiadas carencias educativas existentes en el país».
Sin embargo, prosiguió, venía «siendo aparejada para servir a intereses políticos y privados» de Bolsonaro «en su proyecto de reelección y de aquellos que se vinculaban, por intereses religiosos y otros, aunque en un Estado laico, con el entonces ministro de Educación Milton Ribeiro».
Un informe del alcalde Gilberto Braga, del municipio de Luís Domingues, en el estado de Maranhão (nordeste), reveló que fue buscado en abril del año pasado, cuando estaba en Brasilia para asistir a un encuentro en el Ministerio con la presencia de Ribeiro y varios funcionarios.
Un grupo de 20 a 30 personas fue a comer a un restaurante y allí Braga señaló que fue interrogado por Moura sobre las demandas del municipio.
El pastor pidió el pago de 15 mil reales (unos tres mil dólares) «para presentar la solicitud» en Educación. De igual manera, tras la liberación de los recursos, el religioso habría dicho que el corregidor debería darle «un kilo de oro».
Otro alcalde, Kelton Pinheiro, del municipio de Bonfinópolis, en el estado de Minas Gerais (sudeste), corroboró asimismo detalles de una situación similar.
Aunque en una carta intentó apartarse del caso, en la grabación Ribeiro consintió que recibió un encargo de Bolsonaro para liberar recursos y dirigirlos a municipios vinculados a dos religiosos. Fue «una petición especial del presidente de la República», subrayó.
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