Los líderes regionales avalaron un análisis previo de la Comisión Europea que confirmó el cumplimiento por esa nación de exigencias como la estabilidad en el tipo de cambio, el nivel de precios, los tipos de interés a largo plazo y sólidas finanzas públicas.
Por tanto, pidieron a la institución que presente «rápidamente» las propuestas legislativas necesarias para hacerla efectiva.
La integración de Croacia al grupo recibió la semana pasada el apoyo de los ministros de la eurozona, pero la decisión debe contar también con la aprobación formal de los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete en su reunión de principios de julio.
Además, el Banco Central Europeo (BCE) y la Eurocámara emitirán su opinión al respecto.
La Comisión Europea confirmó el 1 de junio que, tras dos años de aplicación del llamado mecanismo ERM II que vincula el tipo de cambio de la moneda nacional con el de la comunitaria, Croacia cumple los requisitos para adoptar la moneda única.
El país tuvo que aprobar además medidas en materia de lucha contra el blanqueo, empresas públicas, legislación en materia de insolvencia o entorno empresarial y tendrá que garantizar condiciones para usar efectivamente la moneda a partir del 1 de enero de 2023.
La de Croacia es la primera incorporación a la eurozona desde la unión de Lituania en 2015 y, tras ella, el socio más próximo a unirse sería Bulgaria en 2024.
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