Tedros Adhanom, director general de la OMS pidió a los países que compartan la información con el organismo sobre los contagiados, realicen un adecuado rastreo de contactos, secuencien el genoma e implementen medidas de control de prevención y control de infecciones; y fortalezcan sus capacidades para prevenir la transmisión.
La mayoría de los casos son de hombres que mantienen sexo con hombres y, más concretamente, que tuvieron relaciones sexuales con nuevas parejas o múltiples, explicó Adhanom.
“El objetivo de la OMS es ayudar a los países a contener la transmisión y detener el brote con herramientas de salud pública probadas y comprobadas, que incluyen vigilancia, rastreo de contactos y aislamiento de pacientes infectados», puntualizó el directivo.
Hasta la fecha, la presentación clínica de los casos de viruela del simio asociados con este brote ha sido variable. Muchos casos en este brote no se presentan con el cuadro clínico descrito clásicamente para la viruela del simio (fiebre, ganglios linfáticos inflamados, seguidos de una erupción centrífuga en evolución).
Las características atípicas descritas incluyen: presentación de solo unas pocas o incluso de una sola lesión; lesiones que comienzan en el área genital o perineal/perianal y no se extienden más; lesiones que aparecen en diferentes etapas (asincrónicas) de desarrollo; y la aparición de lesiones antes de la aparición de fiebre, malestar general y otros síntomas constitucionales.
Los modos de transmisión durante el contacto sexual siguen siendo desconocidos.
“La presentación clínica generalmente se describe como leve y la mayoría de los casos tienen lesiones en los genitales o en el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurrió por contacto físico cercano durante las actividades sexuales”, subraya el informe del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El organismo internacional recalcó que el virus puede transmitirse por contacto estrecho de piel a piel, gotículas de aliento y ropa de cama contaminada.
La etapa de incubación de la viruela del mono suele ser de seis a 13 días, si bien puede oscilar entre cinco y 21 días, y lo más importante es que afecta a cualquier ser humano.
Dicha enfermedad es una zoonosis viral, endémica de zonas remotas de África central y occidental, que produce síntomas parecidos a los observados en la viruela humana en el pasado, aunque con manifestaciones menos severas, especificó la OMS.
La infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales contagiados y no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la afección.
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