Según declaraciones de un vocero de las autoridades migratorias publicadas este martes por el diario Il Giornale, las embarcaciones Sea Watch 4 y Louise Michel, que transportaban a esos migrantes, tocaron tierra tras varios días en el mar buscando un puerto seguro.
Se espera el arribo de otros buques similares en los próximos días, entre ellos el Geo Barents de la organización Médicos sin Fronteras con 71 personas a bordo que fueron rescatadas por sus tripulantes, el cual se encuentra en el Mediterráneo central.
Se conoció además que el Ocean Viking operado por la institución humanitaria Sos Mediterranee, se aproxima a las costas de Italia con 156 migrantes.
El lunes se registraron en la región de Calabria dos desembarcos, ambos en Crotone, el primero con 75 y el segundo con 74 personas cuyas embarcaciones rústicas fueron interceptadas por la marina italiana frente a las costas.
Por otra parte, según la fuente, ese mismo día otros 108 migrantes desembarcaron en el puerto calabrés de Roccella Ionica procedentes en su mayoría de Afganistán.
El 23 de junio último el Ministerio del Interior de Italia informó que este país registró en el primer semestre de 2022 el arribo de 24 mil 507 inmigrantes irregulares, un significativo incremento en relación con los reportados en igual período del pasado año.
Ese informe aclara que aunque esas cifras pueden parecer irrelevantes en relación con las 83 mil personas que llegaron a esta nación en busca de refugio en los primeros seis meses de 2017, muestran una tendencia preocupante.
De hecho, en el mismo período de 2020 alcanzaron las costas italianas solo cinco mil 973 inmigrantes, y al siguiente año la cantidad se elevó a 19 mil 118.
En criterio de observadores en el segundo semestre del actual año, se producirá en esta nación un agravamiento de este fenómeno, debido entre otros factores al empeoramiento de las condiciones de vida en los principales países emisores.
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