Según el NEPR, organismo regulador, este incremento responde a los factores de ajuste anuales que aplicarán a la tarifa eléctrica del 1 de julio de 2022 al 30 de junio de 2023, y los ajustes trimestrales que aplicarán del 1 de julio de 2022 al 30 de septiembre de 2022.
Por tal razón, este séptimo aumento concedido al consorcio que controla la distribución y transmisión de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), cuyo futuro está amenazado por la política de privatización del gobierno puertorriqueño.
En total, estos ajustes implican un aumento en el coste por kWh de $0.04578, el que será revisado nuevamente no más tarde del 1 de octubre de 2022.
Este es el séptimo incremento aprobado por el NEPR a solicitud del consorcio privatizador LUMA Energy, que el pasado 15 de junio reclamó un alza de 17,1 por ciento para los clientes residenciales para el tercer trimestre de 2022.
Para un abonado residencial con un consumo promedio de 800 kWh por mes, el nuevo precio por el servicio de energía eléctrica será de 33.4 centavos por kWh, comparado con 28.82 centavos por kWh para el trimestre anterior, lo que puede representar unos 50 dólares mensuales.
El Negociado de Energía igualmente ordenó a la AEE presentar, el 15 de cada mes, un informe detallado de los resultados de las acciones tomadas relacionadas a reclamaciones bajo los contratos que mantiene con las empresas New Fortress y Naturgy.
El incumplimiento de ambas compañías privadas en suplir gas natural obligaron a la corporación pública a sustituir ese combustible con diésel, lo cual implica aún mayores costos de generación.
El presidente del Negociado de Energía, Edison Avilés, expresó que el factor que más continúa incidiendo sobre el costo del servicio eléctrico en Puerto Rico es el precio a nivel internacional del petróleo y de otros combustibles fósiles.
“Reitero mi llamado a que la AEE y LUMA, se enfoquen en la transición a energías renovables, particularmente con proyectos solares de gran escala”, dijo Avilés.
rgh/nrm