Con esta noticia, que prácticamente es un hecho, comienza este miércoles la cita cimera de dos días de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el recinto ferial de IFEMA-Madrid, donde los 30 integrantes del bloque y países asociados u observadores cierran filas con Occidente en medio de críticas internacionales.
Hace unas horas se conoció que Turquía, que había planteado resquemores, aceptó dejar a un lado su oposición al ingreso de Suecia y Finlandia en la alianza, una noticia aplaudida por los socios de la concertación.
Sin embargo, se crispa aún más el panorama ante los temores de Rusia de que dos países tan cercanos establezcan un cerco con la pertenencia al foro militarista, según analistas locales.
El secretario general de la alianza militar, Jens Stoltenberg, adelantó que luego de un encuentro al más alto nivel con los mandatarios de los tres países, «ahora tenemos un acuerdo que allana el camino para que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN».
La justificación de finlandeses y suecos, hasta ahora no alineados, es la supuesta amenaza que constituye Rusia después de emprender la operación militar en Ucrania desde el pasado 24 de febrero y que todavía se mantiene.
Es especial el caso de Finlandia, que comparte una extensa frontera con Rusia. Si como todo indica, entra al bloque, tendrá las prerrogativas de, si eventualmente es atacada, se consideraría un ataque contra todos y desencadenaría una respuesta militar de toda la alianza.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en razón de la postura de los dos países nórdicos respecto a los rebeldes kurdos, amenazó con bloquear la incorporación de ambos, lo cual se resolvió con gestiones diplomáticas y las conversaciones de este martes.
Ahora en Madrid el proceso transitará de forma expedita, cuando los líderes de las 30 naciones miembros hagan este miércoles una invitación formal a Suecia y Finlandia. No obstante, la decisión debe ser ratificada por todos de forma individual, algo que según Stoltenberg se dará con “absoluta seguridad”.
La víspera, el rey Felipe VI fue anfitrión de un banquete de bienvenida con los mandatarios asistentes, entre ellos los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Francia, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Reino Unido, Boris Johnson. A su llegada a esta capital, Biden fue recibido por su majestad, y luego se entrevistó con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante una hora y con marcado acento militar a tono con la cumbre.
Estados Unidos, que tiene cuatro destructores en la base naval de Rota (sur de España), comunicó a Sánchez a través del ocupante de la Casa Blanca, que aumentará a seis estos buques de guerra que son piezas fundamentales del sistema antimisiles de la OTAN.
Esta oferta norteamericana, que potencia aún más las fuerzas atlantistas en España, deberá ser ratificada por el Consejo de Ministros y posteriormente por el Congreso.
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