Durante las próximas dos semanas, solo los autobuses, trenes y vehículos para servicios médicos y transporte de alimentos podrán repostar combustible.
La medida subraya el fuerte aumento en el precio del petróleo y las limitadas reservas de divisas en la nación.
Sri Lanka es el primer país en dar el paso drástico para detener las ventas de combustible a las personas comunes.
En igual sentido, las autoridades pidieron a la población trabajar desde casa, para evitar los movimientos masivos de personas.
Actualmente, la nación del sur de Asia está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional sobre un acuerdo de rescate mientras lucha para pagar las importaciones, como combustible y alimentos.
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