Guterres considera que esa Comisión es un pilar del proceso de paz en la nación sudamericana, recalcó el vocero en declaraciones a la prensa acreditada ante Naciones Unidas.
En su visita a Colombia, el año pasado, el titular se reunió con el padre Francisco de Roux, jefe de esa entidad y discutieron sobre varios asuntos, recordó Dujarric.
Para el máximo representante de Naciones Unidas, el informe final y el legado de la Comisión de la Verdad serán un trampolín para la reconciliación a largo plazo, indicó el portavoz.
Así apuntó Guterres en su más reciente reporte sobre el proceso de paz allí -publicado esta semana- y reafirmó también el pleno apoyo de la ONU al trabajo del sistema de justicia transicional en su conjunto, continuó.
“Esperamos que el secretario general tenga la oportunidad de recibir en persona el informe de la Comisión de la Verdad en los próximos días.”
Igualmente, Dujarric recalcó que la emisión del informe de la Comisión de la Verdad fue bien recibida por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y por todo el sistema del organismo multilateral.
Un comunicado conjunto de las entidades de la ONU y la comunidad internacional en Colombia, emitido el 28 de junio, expresó agradecimiento por el informe, refiriéndose a él como un hito importante en el proceso de paz y el resultado de un trabajo riguroso de más de tres años.
Con el apoyo de la ONU, se proyecta ahora establecer un comité de seguimiento para la implementación de las recomendaciones dadas en el informe final de la Comisión de la Verdad.
El 28 de junio, el presidente de la Comisión de la Verdad, instancia transitoria creada tras la firma el Acuerdo de Paz en 2016 entre el Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, presentó su Informe Final.
Tal documento busca esclarecer las causas, hechos y consecuencias de más de 50 años de conflicto armado en ese país.
De Roux, al dar a conocer la investigación que duró tres años, exhortó a la reconciliación en Colombia, lo cual significa aceptar la verdad como condición para la construcción colectiva y superar el negacionismo y la impunidad.
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