El mandatario encabezó un acto en la sede de la Confederación General del Trabajo, convocado por el Partido Justicialista para conmemorar el aniversario 48 del fallecimiento de su fundador y tres veces jefe de Estado.
Perón entendió que una parte de la sociedad estaba al margen y no tenía derechos. Él marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. Tuvo una compañera increíble (Eva Duarte, 1945-1952) que fue un motor enorme hasta su muerte, señaló.
Evita solo estuvo siete años en la vida política de Argentina y se convirtió en la mujer más amada por el pueblo y en un símbolo. El movimiento feminista tiene en ella un modelo a seguir, añadió.
Fernández destacó la aplicación de políticas en favor de la clase obrera y la justicia social por Perón, así como el respaldo ganado por él y Evita.
Como siempre pasa, dar derechos a los sectores populares enojó a los poderosos que fueron impiadosos y lo derrocaron. El pueblo estaba con él, pero prefirió marcharse antes de que se derramara sangre argentina. Cuando se fue, llegaron los asesinos militares, afirmó al referirse al exilio del dirigente político en 1955.
Persiguieron a los peronistas y prohibieron nombrarlo a él y a Evita. Creyeron que así los olvidaríamos. Vino una enorme crueldad y violencia para callar a un hombre y un pueblo que solo quería vivir dignamente, indicó.
No obstante, recordó que la presión popular permitió el regreso de Perón y su elección para un tercer mandato al frente del país.
Tras su deceso, asumió la presidencia su viuda María Estela Martínez, derrocada en 1976 por un golpe de Estado que dio inicio a la peor dictadura militar en esta nación, la cual se extendió hasta 1983.
Fernández aseguró que Perón dejó múltiples enseñanzas, entre ellas, la necesidad de acabar con las divisiones para poder avanzar.
Nos mostró que la política es persuadir al otro para que nos acompañe en la empresa que impulsamos. Convenció a millones de argentinos que hasta hoy lo sienten vivo. Estamos aquí porque nos sentimos comprometidos con su legado, aseguró.
Perón nos dijo que la obligación fundamental de un hombre de gobierno es construir la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación. Frente a las voces de desánimo, sembremos esperanza y hagamos la patria justa, libre y soberana que él quería, concluyó.
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