Las empresas foráneas buscan nuevos destinos para diversificar los recursos de suministro y Vietnam sigue siendo una plaza eventual gracias a su estabilidad política y monetaria, apertura económica, mano de obra abundante y costos laborales competitivos, sostuvo el también jefe de Investigación del LBBW alemán.
En declaraciones a la agencia de noticias VNA, Kraemer destacó que la entrada neta de inversión extranjera directa (IED) en esta nación del sudeste asiático alcanzó un promedio anual de cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), la más alta de la región, y la participación de la manufactura en ese indicador rebasó un 17 por ciento.
La atracción de IED de Vietnam se atribuye a la mano de obra abundante y relativamente barata, la cual ha convertido al país en una potencia exportadora, argumentó.
El ex director de la organización de calificación crediticia S&P Global señaló por otra parte que los impactos de la pandemia de Covid-19 continúan siendo una amenaza persistente para la economía mundial, especialmente para algunos países asiáticos.
En ese sentido, apuntó que la inflación está fuera de control en la mayoría de las economías avanzadas, a medida que aumentan los precios de las materias primas y la mano de obra se vuelve cada vez más escasa.
El experto informó además que S&P Global aumentó la evaluación crediticia nacional a largo plazo de Vietnam a BB+ y calificó al país indochino como «estrella en ascenso».
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