La Comisión Nacional de Protección Civil decretó alerta verde para toda la nación ante los posibles efectos de la tempestad.
Bonnie llegó a la costa de Nicaragua en el Caribe, cerca de la frontera con Costa Rica, el viernes por la noche, en medio de pronósticos de que atravesará hasta el Pacífico, donde podría convertirse en huracán.
“Hemos dado seguimiento al desarrollo y avance de la tormenta tropical Bonnie hacia nuestro territorio, vamos a tener lluvia como las que ya hemos tenido, pero con un componente de viento que puedan llegar hasta los 30 y 40 kilómetros por hora”, sostuvo el titular del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Fernando López.
Reportes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicaron que Bonnie tocó tierra a unos 120 kilómetros al sur de la ciudad de Bluefields, Nicaragua, donde pudiera provocar inundaciones significativas, con lluvias de hasta 200 milímetros.
Los más recientes informes señalan que la contrariedad climática tiene vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora y se desplaza al oeste a 26 kilómetros por hora y pudiera llegar al Pacífico este sábado para incrementar su fuerza y posiblemente alcance categoría de huracán el lunes.
En Costa Rica, las autoridades expresaron preocupación de que la tormenta provoque aludes de tierra e inundaciones en un área ya empapada por la lluvia desde hace días.
El gobierno tico indicó que siete albergues en la parte norte del país ya alojan a cerca de 700 personas desplazadas por las inundaciones.
En Nicaragua, la vicepresidenta, Rosario Murillo, se solidarizó con los pueblos vecinos de Honduras, Costa Rica, Guatemala y el Salvador, tras la llegada aquí de la tormenta que también afectará a esas naciones.
«Son momentos difíciles sobre todo para las familias que están en la trayectoria del fenómeno», expresó Murillo poco después de que el presidente, Daniel Ortega, transmitiera un mensaje a la nación sobre el referido evento climatológico.
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