De acuerdo con un reporte de esa entidad, subordinada a la presidencia del Consejo de Ministros, las regiones que realizaron una solicitud formal en tal sentido para obtener ayuda son Lombardía, Emilia Romaña, Lacio, Piamonte, Friuli y Véneto.
El lago Trasimeno y el río Tíber están muy afectados por la falta de lluvias y en apenas cuatro días sus volúmenes de agua descendieron tres y seis centímetros respectivamente, según mediciones realizadas por el Centro Funcional de Protección Civil.
Como consecuencia, el nivel del Tíber es actualmente de un metro y 12 centímetros como promedio, cuando por esta época del año debería estar comprendido entre 4,50 y 5,70 metros, lo cual muestra una disminución muy significativa de su caudal.
En Verona el nuevo alcalde, Damiano Tommasi, firmó una disposición que limita el uso de agua potable solo para consumo, limpieza e higiene personal.
Por tanto, en la capital del Véneto hasta el 31 de agosto se prohíbe utilizar «agua potable procedente de una fuente de agua para el riego de huertas, jardines y campos deportivos”.
Tampoco podrá emplearse para lavar automóviles, llenar piscinas o para cualquier otra actividad “que no sea estrictamente necesaria para las necesidades humanas”.
Fabrizio Curcio, jefe del DPC, precisó a fines de junio que este invierno descendió un 70 por ciento el volumen de nieve y por estos días de fuerte calor las lluvias aportaron entre un 40 y un 50 por ciento menos de agua que el promedio de los últimos años,
Curcio señaló que “los criterios se están definiendo con las regiones y sobre todo las medidas, y creo que en los próximos días, a más tardar en las próximas semanas, tendremos disposiciones claras que informaremos”, agregó.
En algunas zonas la sequía y la ola de calor “tienen un impacto absolutamente importante en la agricultura, producción de pescado y electricidad”, manifestó Curcio.
“El problema es generalizado a nivel nacional”, añadió, “pero tenemos zonas especialmente afectadas como la cuenca del Po, los Alpes orientales y algunas del centro”.
El ministro de Agricultura italiano, Stefano Patuanelli, reconoció recientemente que “durante veinte años no se ha hecho nada en este país para proteger el recurso hídrico”.
Patuanelli, militante del Movimiento 5 Estrellas, señaló la necesidad de emprender tareas urgentes para resolver estructuralmente el tema del uso del agua, y entre las mismas mencionó la implementación “de un plan sobre los embalses”.
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