El mandatario respondió así a una pregunta sobre el enojo de los jesuitas por el asesinato de dos sacerdotes y un aparente desencuentro de criterios sobre esa filosofía.
Reiteró que fue un error grave, un crimen, el que el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) le declarara la guerra al crimen organizado, lo cual generó la violencia, recrudecida en México desde entonces.
Denunció que la promoción de un presunto debate con la Iglesia católica es parte de la política de los conservadores y no tiene que ver nada con las convicciones.
Al respecto proyectó fragmentos de una entrevista con el papa Francisco sobre América Latina y la situación social y dijo que está muy de acuerdo con los puntos de vista del sumo pontífice.
Nosotros somos humanistas, sostenemos que el ser humano no es malo por naturaleza sino que son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar esos malos caminos, por lo tanto, lo que hay que hacer es atender las causas de la violencia que es no empobrecer al pueblo y no haya una sociedad desigual con mayoría pobre y minoría muy rica.
Opinó que eso tiene que ver con la filosofía y doctrinas de todas las religiones, y no de asuntos políticos, pero como los conservadores no han podido imponerse ahora están queriendo que entremos en una polémica con la Iglesia católica.
Estamos por el amor y la paz y esto ha permitido, aseguró, bajar el índice de homicidios y criminalidad en el país.
Nos identificamos muy bien con el papa Francisco, repitió, y son muy buenas también las relaciones con pastores y ministros, pero «la mano negra del conservadurismo está metida en todo esto».
Pidió que nadie se confunda por la acción de esos adversarios y dejó en claro su admiración por los jesuitas, quienes encabezaron un movimiento en favor de los pobres.
No podemos confrontarnos con ninguna iglesia, dijo, al tiempo que reprochó a líderes de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, así como políticos y empresarios desacreditados como Claudio X González, que están molestos porque no pueden seguir con sus negocios ilícitos.
Llamó a romper esa burbuja de egoísmos y de autosuficiencia o sentirse superiores a los demás y criticar y oponerse a toda obra o acción en beneficio del pueblo, como las obras de infraestructura que construye el país con esfuerzo propio.
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