Mediante un mensaje en su cuenta en la red social Twitter, la entidad relacionó los nueve días seguidos que reescribieron la historia de la temperatura en Tokio, la capital, en donde sobrevino el junio más caluroso en casi 150 años (desde 1875).
Los termómetros en la urbe superaron los 35 grados Celsius, mientras Isesaki, al noroeste, estableció una marca de 40,2 grados, el mayor registro en el mes seis en Japón.
Casi al cierre de junio, unas cuatro mil 551 personas requirieron hospitalización por malestares asociados al calor, de ellas, cuatro murieron, según un informe de la Agencia de Manejo de Incendios y Desastres.
Más de la mitad de los afectados superaban los 65 años de edad, precisó en un comunicado el organismo subordinado al Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones.
A tono con la situación, las autoridades niponas advirtieron sobre los pronósticos de calor severo durante los meses de verano.
No obstante, insistieron en la necesidad del ahorro y llamaron a apagar las luces encendidas innecesariamente así como regular el uso de los equipos de climatización, sin llegar a comprometer la salud de las personas más vulnerables.
Una ola de calor extremo impactó también Europa durante junio, en particular España, Francia, Portugal, Suiza y el Reino Unido.
Las altas temperaturas favorecieron en los dos primeros, tocados ya por la sequía, los incendios forestales.
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