Fue muy simbólico que a escasas horas de apretar la mano a Biden en la Oficina Oval con quien tratará temas agudos como la migración, la inflación y el caso de Julian Assange, el mandatario mexicano hiciera una referencia del líder revolucionario cubano, a quien más atacaron todos los presidentes que pasaron por la Casa Blanca desde Dwight D. Eisenhower (1953-1961) hasta hoy.
La referencia la hizo en su conferencia de prensa matutina de ayer lunes al recordar que sus adversarios buscaban impedir que ganara las elecciones presidenciales en 2006 comparándolo con Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez para atemorizar a los votantes.
Explicó que eso le decían para ver lo que yo iba a representar de ganar la Presidencia. Sin embargo, la gané, nada más que hubo fraude (de Felipe Calderón, quien se la robó apoyado por Vicente Fox). Como me dijo un campesino en ese tiempo: «Ganaste, pero no saliste».
Pero para darles tranquilidad lo que esperaban era que yo dijera: Lula, y nunca lo dije, siempre dije: Soy Andrés Manuel López Obrador, contó.
Es lo mismo, esas comparaciones, ¿no? Cuando murió el comandante Fidel Castro dije que había muerto un gigante, igual que Mandela. ¡Hijo! Se pusieron los conservadores enojadísimos, ¡cómo iba yo a comparar a Mandela con Fidel! ¿Y por qué?
Bueno, porque Mandela, claro, toda su trayectoria de lucha, 27 años preso, él mismo escribió su autobiografía, la dictó, “El largo camino hacia la libertad”.
Pero los dueños del mundo lo aceptaban más que a Fidel, que también para mí es una persona grande, grande; pero para el mundo occidental y para el conservadurismo del mundo Mandela sí, Fidel no.
Entonces, yo recordaba, rememora, aquella vez que llega Mandela a Cuba y va a ver a Fidel. Y es muy chistoso porque está Fidel esperándolo sentado y llega Mandela, y parado. Creo que Fidel le dice: ‘Siéntate’, ¿no? y Mandela dice: ‘No me voy a sentar hasta que no me diga cuándo va a Sudáfrica’.
—Ya voy a ir, chico, ya voy a ir.
—No, todos van y tú, que nos ayudaste tanto, no nos visitas.
—Ya voy a ir.
—No, me tienes que decir ahora.
Ya dice Fidel: ‘Bueno, pues entonces me regreso contigo, me voy contigo’. Tras la narración, ordena proyectar aquel vídeo de la histórica visita de Mandela a Cuba. López Obrador la comenta:
“Porque los dos eran grandes, nada más que suele pasar de que para algunos hay quienes son más aceptados que otros dirigentes, pero en el panteón de los gigantes, de los grandes del mundo están los dos, como Roosevelt, que voy a ir a ver ahora, que voy a su plaza; y como Churchill y como De Gaulle, y como muchos otros grandes, grandes, grandes”.
«Fue interesante. Luego fue a ver allá a Sudáfrica y le toca en un homenaje en el Congreso de Sudáfrica… Un día antes se había caído la bolsa de Nueva York, y hablan, como siempre, los periódicos, la nota: ‘Martes negro en la bolsa de Nueva York’».
Y en el discurso ahí en Sudáfrica dice Fidel: ‘¿Y por qué martes negro y por qué no martes blanco?’ Y se gana el aplauso de todos.
oda/lma