La primera fotografía al universo profundo; dónde nacen las estrellas; cómo una de ellas muere y las interacciones entre galaxias; son algunas de las revelaciones hechas por esta herramienta de la NASA considerado el telescopio espacial más poderoso de la historia.
Un vistazo al universo profundo logró la foto infrarroja más profunda y nítida hasta la fecha, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
Su presentación este lunes corrió a cargo del presidente del país norteamericano, Joe Biden durante un acto público en la Casa Blanca en Washington, y resulta una muestra SMACS 0723, donde un grupo masivo de cúmulos de galaxias funciona como una lupa para los objetos que están detrás de ellas.
Llamado lente gravitacional, dicha tecnología creó el primer vistazo de campo profundo de Webb que incluye galaxias antiguas y débiles nunca antes vistas. El cúmulo de galaxias se muestra tal como apareció hace cuatro mil 600 millones de años.
Tal ha sido el impacto de ese hito científico que hasta Google lo celebró en su página de inicio.
«El primer campo profundo de Webb es la imagen infrarroja más profunda y nítida del universo lejano tomada. Cubre un trozo de cielo del tamaño aproximado de un grano de arena sostenido a la distancia de un brazo extendido y constituye sólo una pequeña porción del vasto universo», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.
Señaló, además, que esa misión ha sido posible gracias “al ingenio humano: el increíble equipo del Webb de la NASA y nuestros socios internacionales de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense”.
En la mañana de hoy, a las 10:30 hora local, la NASA realizó una transmisión en directo por su canal de televisión y mostró cómo dos cámaras del Webb lograron el último fotograma de una estrella muriendo.
Dicha nebulosa planetaria, llamada NGC 3132, y conocida informalmente como El Anillo Sur o nebulosa de los Ocho Estallidos, se encuentra aproximadamente a dos mil 500 años luz de distancia.
La agencia explicó que «la estrella más tenue en el centro de esta escena ha enviado anillos de gas y polvo durante miles de años en todas direcciones, y el telescopio Webb reveló por primera vez que está cubierta de polvo».
Y como figura un antiguo proverbio, “cuando una vida se va, otra llega”; James Webb ha captado también dónde nacen las estrellas.
A siete mil 600 años luz de distancia, la Nebulosa de Carina es considerada “una guardería estelar” y una de las nebulosas más grandes y brillantes del cielo que alberga muchas estrellas más masivas que nuestro Sol.
“Los acantilados cósmicos se pueden observar en la nueva e impresionante imagen que revela estrellas bebés previamente ocultas y proporciona una mirada inusual a las estrellas en sus etapas más tempranas y rápidas de formación», argumentó la NASA.
Sin embargo, todo ello no bastó y un quinteto de galaxias dejó plasmado en la historia espacial un espectáculo inolvidable.
La vista del llamado Quinteto de Stephan contribuye a revelar la forma en que las galaxias interactúan entre sí.
En un comunicado de la NASA, se explica que ese enorme mosaico es la imagen más grande de Webb hasta la fecha y cubre aproximadamente una quinta parte del diámetro de la Luna.
«Contiene más de 150 millones de píxeles y está construido a partir de casi mil archivos de fotografías independientes que proveen nuevos conocimientos sobre cómo las interacciones galácticas pueden haber impulsado la evolución de las galaxias en el universo primitivo», apunta el comunicado.
Descubierto por primera vez en 1787, dicho grupo compacto de galaxias, se encuentra a 290 millones de años luz de distancia en la constelación de Pegaso.
James Webb está diseñado para observar hasta unos 13 mil 500 millones de años en el pasado, con lo cual se podrán tener más pistas de cómo se formaron los sistemas estelares, o cómo luce el centro de nuestra galaxia.
La administradora adjunta de la NASA, Pam Melroy, señaló que, aunque esa misión, estaba planeada para durar 10 años, tiene suficiente capacidad de exceso de combustible y podrá operar durante 20 años.
“Seremos capaces de lograr respuestas de las que ni siquiera sabemos cuáles son las preguntas», resaltó Bill Nelson.
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