Durante su reunión periódica, la organización chiita insistió en la necesidad de un gabinete ministerial capaz de dar respuesta al complejo escenario que vive el país y, en ese sentido, abogó por un mapa claro para el plan de recuperación económica.
Mediante una declaración la máxima instancia de Amal consideró que lograr las elecciones presidenciales constitucionales a tiempo constituye una responsabilidad nacional para confirmar el camino democrático de Líbano y el reflejo de una imagen positiva internacional.
Los miembros del movimiento exigieron detener el estado de parálisis institucional y administrativo con respecto a la huelga de los empleados del sector público, que entró en su quinta semana a falta de respuesta del gobierno libanés.
Llamaron al Consejo de Ministros en funciones a cumplir con sus deberes y responsabilidades para detener el agravamiento económico y volver a administrar las instalaciones del país a través de la equidad para todos los sectores, sin discriminación o restricción de un grupo sobre otro.
Al mismo tiempo, el comunicado de Amal defendió el derecho de Líbano de proteger su riqueza marítima en la frontera sur con Palestina ocupada y evitar su apropiación por parte de Israel.
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