En una conferencia de prensa, la funcionaria señaló que durante su estancia aquí observó que la polarización política se profundiza y los movimientos anti-derechos avanzan
Expresó también preocupación por discursos de odio a rivales políticos y migrantes, lo cual puede exacerbarse durante el proceso de las elecciones regionales y municipales de octubre próximo.
Particular preocupación manifestó por un proyecto de ley de un parlamentario centro-derechista que prevé una serie de restricciones para migrantes, como la exigencia de tener situación migratoria regular para alquilar vivienda.
Criticó la discriminación y en particular la que se basa en sexismo y género y el gran número de mujeres y niñas desaparecidas.
El llamado movimiento anti-derechos es compartido por partidos de extrema derecha que lograron aprobar una norma con el fin de que grupos conservadores fiscalicen y censuran los libros de texto escolares y la eliminación de la enseñanza de la igualdad de género en las escuelas.
También impulsan un proyecto de ley para cambiar de nombre al Ministerio de la Mujer por el de Ministerio de la Familia, pese al grave problema de la violencia contra las féminas y el feminicidio.
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