La representante de esa entidad, Katherine Tai, solicitó consultas de resolución de disputas en materia energética con México bajo el T-MEC, pues Washington considera que las políticas y acciones del gobierno de este país “socavan a las empresas estadunidenses” y la energía producida en favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Según la funcionaria, Washington expresó repetidamente serias preocupaciones sobre una serie de cambios en las políticas energéticas de México y su consistencia con los compromisos bajo el T-MEC.
Estos cambios de política afectan los intereses económicos de Estados Unidos en múltiples sectores y desincentivan la inversión de los proveedores de energía limpia y de las empresas que buscan comprar energía limpia y confiable, agregó Tai.
Aseguró que han tratado de trabajar de manera constructiva con el gobierno mexicano para abordar estas preocupaciones, pero las empresas estadunidenses continúan enfrentando un trato injusto en México.
Buscaremos trabajar con el gobierno mexicano a través de estas consultas para resolver estas preocupaciones para avanzar en la competitividad de América del Norte, sentenció la funcionaria.
La USTR, por sus siglas en inglés, señaló que Estados Unidos impugna cambios a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que prioriza la distribución de energía generada por CFE sobre fuentes de energía limpia producida por privados.
México no ha respondido aún al reclamo de Tai, pero el tema lo trató personalmente el presidente López Obrador con su homólogo Joe Biden en su reciente visita a Washington y México estableció el compromiso de impulsar el sector de energías renovables.
Fuentes mexicanas recuerdan que hay un mar de fondo en las inquietudes estadounidenses y es que sus empresas fueron tan altamente favorecidas por la reforma energética del expresidente Peña Nieto dirigida a poner el sector en manos de las transnacionales extranjeras.
López Obrador proclamó recuperar el sector en busca de la soberanía energética perdida y dio la posibilidad al capital extranjero privado de beneficiarse hasta con el 46 por ciento del mercado nacional, por lo cual la CFE domina el 54 y es, además, la que controla la subida de energía a las redes en la distribución.
La USTR alega que las políticas energéticas en México han detenido las inversiones estadounidenses y de otros países en energía limpia (como Iberdrola, la española).
“Los cambios de política de México amenazan con expulsar la innovación del sector privado del mercado energético mexicano”, aseguró. Sin embargo, el presidente López Obrador se mantiene firme en la reforma eléctrica y ha dicho que no variará en nada.
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