De acuerdo con un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMM) estos fenómenos serán normales en el futuro e incluso sus valores extremos serán más fuertes.
“Hemos bombeado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará durante décadas. No hemos podido reducir nuestras emisiones a nivel mundial”, expresó el secretario general de la entidad, Petteri Taalas.
Espero, añadió, que esto sea una llamada de atención para los gobiernos y repercuta en los comportamientos electorales en los países democráticos.
Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), citó la OMM, las temperaturas subirán más rápidamente en las áreas europeas que en otros sitios.
En países del mar Mediterráneo, por ejemplo, se espera una combinación preocupante de cambios en los factores climáticos (calentamiento, aumento de las sequías y la aridez, disminución de las precipitaciones, aumento de los incendios forestales, pérdida de la cubierta de nieve y disminución de la velocidad del viento) a mediados de siglo si el calentamiento global supera los dos grados Celsius (°C).
El informe especial de ese órgano sobre extremos también muestra que las olas de calor serán más frecuentes, más largas y más intensas en el siglo XXI al tiempo que se necesitarán sistemas de alerta temprana y estructuras de salud reforzados.
Acorde con la fuente, este martes se registró una temperatura máxima de 40,3 °C en Reino Unido, con calor extremo generalizado, incendios forestales y tensión en el sistema de salud en todo el continente europeo.
Puntualizó, además, que en Francia las temperaturas esperadas oscilaron entre 36°C y 40°C con casi todas las partes del país en alerta por la ola de calor, según Météo France.
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