El recorte se hará efectivo a partir del próximo mes y hasta la venidera primavera, ya que la UE teme que Moscú detenga el suministro del combustible, medida que puede ser obligatoria si la situación empeora y las restricciones voluntarias son insuficientes.
Dicha acción, titulada Ahorra gas, se dio a conocer este miércoles y está incluida en el plan de emergencia para la UE en caso de una paralización total del abastecimiento desde Rusia, según el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer.
De ocurrir la suspensión del combustible al bloque europeo, sería una respuesta a los seis paquetes de sanciones adoptados por la Unión Europea y Estados Unidos contra Rusia por su operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de debilitar la capacidad económica y financiera de Moscú.
Otras medidas previstas ante la falta de gas son la prohibición de tener aire acondicionado por debajo de los 25 grados centígrados, y en cuanto a la estación invernal, se establece como límite de la calefacción un máximo de 19 grados centígrados.
Este plan fue publicado justo antes del 21 de julio, cuando el gasoducto Nord Stream 1 comenzará a operar a su total capacidad tras el mantenimiento reglamentario.
La Comisión Europea también adoptó un Plan de Reducción de la Demanda de Gas que establece medidas, principios y criterios para una disminución coordinada.
Se trata de sustituir el gas por otros combustibles y el ahorro energético global en todos los sectores, con el objetivo de salvaguardar el abastecimiento a los hogares y los usuarios esenciales, como los hospitales, pero también a las industrias decisivas para el suministro de productos y servicios esenciales para la economía.
Todas las estimaciones de la Comisión Europea tienen en cuenta que la interrupción total del suministro de gas ruso dejaría sin valor sus previsiones macroeconómicas y llevarían a la Eurozona y a la Unión en su conjunto hacia la recesión.
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