Ubicada en Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, esa instalación formaba parte del llamado Circuito Camps, una red conformada por 29 construcciones de su tipo dependientes de la Policía de ese territorio, donde fueron torturadas y asesinadas numerosas víctimas del régimen.
A partir de pruebas aportadas por la Secretaría de Derechos Humanos y el Archivo Nacional de la Memoria, el Juzgado Federal 3 orientó al EAAF llevar a cabo las investigaciones necesarias para determinar si fueron realizados entierros clandestinos en ese lugar.
Desde inicios de este mes, un equipo de expertos trabaja en esa área y detectó un pozo semicircular de aproximadamente dos metros de diámetro, el cual contiene desechos pertenecientes al período investigado.
También fueron identificados signos de quema y alambres característicos de las cubiertas de vehículos.
El EAAF confirmó que continúa la búsqueda de posibles evidencias.
Durante un recorrido por el lugar, el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla dialogó con los integrantes del equipo sobre los avances de dicha labor.
En 2021, el gobierno argentino decidió convertir el ex centro clandestino en un Espacio de Memoria y, con tal motivo, se revisaron los testimonios sobre los posibles entierros realizados allí, lo cual llevó a impulsar las indagaciones.
Durante la dictadura, más de 30 mil ciudadanos fueron secuestrados, torturados y asesinados, crímenes considerados de lesa humanidad.
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