Preguntado en su diaria conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional sobre la decisión de esos dos países de iniciar consultas sobre la política energética de México, y en particular la eléctrica, el mandatario recordó que es un procedimiento normal, al cual ya se recurrió en cinco ocasiones.
Es un mecanismo para consultar políticas que se presume contravienen lo establecido en el tratado y hay un plazo para dar respuestas de más de 70 días y si no hay acuerdo van a instancias internacionales para que dirima quien tiene la razón, dijo.
Anunció que «harán lo que corresponde, dejarán de manifiesto que no hay violación del tratado y aclararán que nuestra política la define México de acuerdo con su constitución y leyes, y en el tema energético no vamos a poner en negociación el dominio de la nación del petróleo y sus recursos en ese sector».
Recordó que los tres presidentes mexicanos anteriores (Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) comprometieron el petróleo no en el tratado sino en otros acuerdos de carácter ilegal como ya se había hecho con Canadá.
Cuando las negociaciones del nuevo dijimos que no íbamos a aceptar eso en el T-MEC y el diálogo entró en crisis y se paralizó, señaló.
Denunció que muchos de los que promueven ahora esta consulta fueron los que aceptaron que el petróleo se pusiera en la mesa de negociaciones y los intelectuales orgánicos y medios de comunicación del conservadurismo apoyaron la idea de hacer desaparecer las empresas públicas energética como la CFE y Pemex.
Pero todo eso se eliminó y en materia eléctrica lo mismo, y vamos a dar a conocer cómo de manera abusiva y violando la legislación que ellos mismos aprobaron, buscaban desaparecer a la CFE y Pemex y entregar a los extranjeros ese recurso, advirtió.
A tal extremo fue esa política de entrega del patrimonio nacional que hasta los tribuales admitieron que todo eso era un fraude legal y lo dejaron pasar, pero nosotros tenemos muchísimas razones para defender nuestra política, afirmó.
No vamos a quedarnos con los brazos cruzados porque este es un país independiente y soberano y el tratamiento debe ser en pie de igualdad como ha dicho el presidente estadounidense, Joe Biden.
Se trata, reiteró, de un grupo conservador y entreguista que está muy molesto con la política eléctrica que llevamos a cabo.
Y cómo no lo va estar personajes como Felipe Calderón que fue empleado de Iberdrola, o el empresario Claudio X que tiene un financiamiento de la oficina de “ayuda” al desarrollo de Estados Unidos, se preguntó.
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