Acompañan al mandatario, el vicepresidente del istmo, José Gabriel Carrizo; y los ministros de Educación, Maruja Gorday; y de Salud, Luis Francisco Sucre, entre otras autoridades.
Tras 18 días de huelgas y cierres viales, las conversaciones tendrán lugar en el Centro Cristo Sembrador de la Diócesis de Penonomé, capital de Coclé, con la Iglesia católica como facilitadora en la figura del Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
De la otra parte, a los lideres de la alianza Pueblo Unido por la Vida, grupos de la comarca Ngäbe Bugle, campesinos y la Alianza Nacional del Pueblo Organizado (Anadepo), se sumaron este jueves representantes de la Asociación de Educadores Veragüenses.
De acuerdo con el docente Fernando Ábrego, vocero de esos colectivos, conciliaron unos ocho temas prioritarios, entre ellos rebajar y congelar el precio de los combustible, energía eléctrica, medicamentos, así como reducir los costos de la canasta básica sin afectar a los productores.
Designar un 6,0 por ciento del Producto Interno Bruto al sistema educativo, la situación de la Caja de seguro Social, la lucha contra la corrupción y crear una mesa intersectorial que dé seguimiento a estos asuntos, son otros de los puntos que esperan discutir con el Ejecutivo.
“Hay que seguir soñando y tener esperanza en todas estas organizaciones que han estado durante estos dos días conversando”, aseguró Ábrego, también secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá.
Sobre esta cita, el Arzobispo Ulloa señaló que es importante “porque vamos a hacer lo necesario para seguir avanzando en la toma de decisiones que nos permita instalar la mesa única que necesita el país”.
La víspera este esfuerzo de conciliación se vio empañado por actos represivos de la Policía Nacional contra los manifestantes en las provincias de Veraguas y Panamá Este, así como ataques violentos de individuos ajenos a la lucha que retuvieron una caravana humanitaria con alimentos, medicamentos, gas, agua y combustible desde Chiriquí hasta la capital del país.
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