En la LX Cumbre del organismo participaron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Paraguay, Mario Abdo Benítez, en tanto estuvo ausente el brasileño Jair Bolsonaro.
Estuvieron también representados Bolivia (en proceso de adhesión) y Colombia, Chile, Ecuador y Guayana, en calidad de Estados asociados.
El mandatario argentino abogó por una refundación del Mercosur, marcada por la unidad de sus miembros y la implementación de proyectos conjuntos que permitan potenciar sus fortalezas.
Luego de referirse al impacto socioeconómico de la pandemia de la Covid-19 y de la guerra en Ucrania, que provocó la salida del mercado de millones de toneladas de cereales y alimentos, resaltó la necesidad de acciones para evitar repercusiones catastróficas en Latinoamérica, el área más desigual del planeta.
Asimismo, abogó por fortalecer mecanismos de integración como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y el Mercosur, e instó a pensar en la posibilidad de un acuerdo de este organismo con China.
“En este escenario tan difícil, les pido que no nos ilusione la idea de separarnos y de buscar soluciones individuales. El mañana lo podemos comenzar a construir hoy, en conjunto y con nuestra lógica. Pensemos en nosotros como lo que somos: un espacio único”, apuntó Fernández.
La posibilidad de hacer realidad un Tratado de Libre Comercio regional con China marcó uno de los puntos más álgidos en los debates de la cita, pues Uruguay mantuvo su postura de alcanzar el acuerdo, con o sin la anuencia y participación del bloque.
Al hacer un balance del primer semestre de este año, en el que Paraguay asumió la presidencia del bloque regional, el mandatario Mario Abdo Benítez resaltó entre los logros la culminación del acuerdo de libre comercio con Singapur, que servirá como puerta de ingreso al mercado asiático, el cual tiene una gran demanda de alimentos, dijo.
Otro de los puntos destacados fue la reducción del arancel externo común en un10 por ciento, hecho que facilitará la recuperación económica, reducirá los costos y ayudará a mitigar la condición inflacionaria que vive la región y el mundo.
También mencionó la constitución de un organismo al interior del Mercosur para las inversiones futuras, a los efectos de planificar proyectos viales que a su vez posibiliten el acceso a grandes mercados, de manera competitiva.
En la declaración final de la cumbre se reconocieron «los esfuerzos realizados durante el presente semestre para dar continuidad a la adecuación del bloque, con vistas a mejorar su competitividad y la integración de los estados partes en el ámbito económico regional y extrarregional, reforzando además la armonización regulatoria y la estructura institucional del Mercosur».
Coincidieron también en aunar esfuerzos a fin de diseñar políticas eficaces y eficientes para impulsar la reactivación inclusiva, sostenible y resiliente de la región, para acelerar los procesos para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible contenidos en la Agenda 2030.
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