El asesor principal de la administración estadounidense para la Seguridad Energética Global, Hochstein, retornará a fines de julio a Beirut para cumplimentar una agenda de dos días de reuniones, agregó el medio televisivo.
Sobre este tema, fuentes diplomáticas de alto rango aseguraron al canal Al-Manar TV que las indicaciones provenientes de la embajadora estadounidense en Beirut, Dorothy Shea, apuntan al deseo de su gobierno de llegar a un acuerdo sobre la demarcación de la frontera entre Líbano e Israel.
Al mismo tiempo, reportes locales divulgaron que las intervenciones extranjeras, especialmente de Estados Unidos y Francia, sugieren la conclusión de las negociaciones antes de septiembre entrante.
En este contexto, el diario Al-Joumhouria publicó que el noventa por ciento del expediente de demarcación de la frontera marítima está finalizado y aseguró que Estados Unidos no tiene interés en ninguna guerra en la región, pues busca pacificar las cosas y presionar para la normalización entre algunos países árabes e Israel.
La presencia a inicios de junio último de la unidad de producción greco-británica Energean Power al servicio de Israel en el campo de gas de Karish en la costa sur con Palestina ocupada avivó la disputa marítima entre Líbano y Tel Aviv.
Durante la visita de Hochstein a Beirut a mediados del mes pasado, el presidente de la República, Michel Aouns fijó el interés de la nación libanesa en iniciar el proceso de exploración y reiteró al mediador el compromiso con el regreso de las negociaciones indirectas con Israel sobre los límites territoriales.
En el curso de la disputa, el líder de Hizbulah (Partido de Dios), Hassan Nasrallah, acusó al diplomático Hochstein de responder a los intereses israelíes, al tiempo que pidió a los funcionarios nacionales a no dejarse engañar y aprovechar su riqueza petrolera y gasífera.
La máxima figura de la Resistencia islámica reiteró que el Partido de Dios está detrás del Estado sin interferir en las negociaciones, aunque advirtió que no estará de brazos cruzados pues constituyen la única fuerza de Líbano para beneficiarse de su riqueza hídrica.
Líbano e Israel no tienen relaciones diplomáticas y desde el conflicto de 2006 fuerzas de Naciones Unidas mantienen la tranquilidad en la frontera común en el sur.
En cuanto a los límites marítimos, ambas naciones reanudaron los diálogos en 2020, pero el proceso quedó en pausa tras la solicitud de funcionarios libaneses de actualizar el mapa utilizado por las Naciones Unidas en las conversaciones.
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