La cifra de los grupos que pugnan por manejar el Legislativo rompió con la acostumbrada tradición de que en la renovación anual de la llamada mesa directiva competían una lista oficialista y una opositora, que atraían los votos de bancadas más afines a cada cual.
Pero además, hubo migración de uno a otro partido, como ocurrió con la bancada del centroderechista partido Alianza para el Progreso (APP), de la que renunciaron la exfiscal conservadora Gladis Echaíz y el centrista Héctor Acuña, tras ver frustradas sus aspiraciones de encabezar la lista del grupo.
Hasta hace unas semanas, era casi seguro que un legislador de APP sería el próximo presidente del Congreso, en virtud de un acuerdo de hace un año de la coalición de extrema derecha–centro que pactaron que una vez la conservadora Maricarmen Alva obtuviera el cargo, el siguiente sería para el APP.
Por eso hubo mucha expectativa que APP, del acaudalado empresario César Acuña, designara la semana pasada a la también conservadora Lady Camones como su candidata, secundada por congresistas del partido de derecha extrema Fuerza Popular y los pequeños grupos centristas Podemos Perú y Somos Perú.
Renovación Popular y Avanza País, de extrema derecha, lanzaron a Gladys Echaíz, sumada al primero, como candidata a la presidencia del Legislativo, en una lista integrada solo por representantes de ambas fuerzas.
Sorpresivamente, Esdras Medina, de Avanza País, apareció encabezando una nómina conformada por Waldemar Cerrón, del hasta hace poco cogobernante Perú Libre, y dos legisladores del progresista Bloque Magisterial y del centrista Acción Popular.
Héctor Acuña, integrado al progresista grupo Cambio Democrático (antes Nuevo Perú) va al frente de una lista encabezada por vicepresidentes de su nuevo partido y de los afines Perú Bicentenario y Perú Democrático.
La elección será mañana y habrá una primera votación en la que ganará quien tenga la mitad más uno del total de legisladores, a lo cual no alcanza ninguno, y en la segunda estarán los dos primeros y se impondrá la lista que obtenga el mayor número de votos.
La contienda tiene como telón de fondo la posibilidad de asumir la Presidencia de la República si, como pretenden amplios sectores, fuera vacado (destituido) el presidente Pedro Castillo, por graves acusaciones de corrupción que son aún investigadas.
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