“Estoy orgulloso de nuestro equipo dedicado y de nuestros resultados. Ahora podemos brindar una respuesta al problema más apremiante de nuestro tiempo, el cambio climático”, señaló Claudio Spadacini, fundador y CEO de Energy Dome, en un comunicado de prensa.
La empresa, con sede en Milán, comenzó a trabajar en el proyecto en febrero de 2020, según apunta este sábado el sitio digital Energycute.it, y en poco más de dos años completó esta primera planta, la cual utiliza CO2 para generar energía, que luego almacena y distribuye.
«Nuestra tecnología revolucionaria, la batería de CO2, ahora está disponible comercialmente para hacer que la energía renovable sea asequible a escala mundial», aseguró Spadacini.
Esta innovadora planta, según sus desarrolladores, se propone como una alternativa a las soluciones tradicionales de almacenamiento basadas en litio o cobalto y puede asociarse a sistemas de producción tanto eólicos como solares.
Funciona, según los especialistas, gracias a un generador que recoge en forma gaseosa el dióxido de carbono, uno de los pocos gases que pueden condensarse y almacenarse en estado líquido, bajo presión, a temperatura ambiente.
Luego se expande considerablemente cuando pasa de estado líquido a gaseoso, un compresor lo comprime y genera calor, con el que se alimenta una turbina que a su vez genera energía. Luego se almacena y distribuye en un sistema cerrado y sellado, agregan.
La selección de Cerdeña para la edificación de esta primera planta se debió al hecho de que es una de las regiones italianas con la mayor producción de CO2 y todavía hace un uso extensivo del carbón, aunque planea detener su empleo de forma permanente para 2025.
Por otra parte, allí Energy Dome encontró el espacio requerido para ubicar esta instalación, cerca de un área industrial que permite aprovechar para este proyecto una red eléctrica existente, precisa la fuente.
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