Con la exhibición el reconocido artista recorre 50 años de carrera artística, con obras de la década de 1960 hasta sus más recientes creaciones, en las que muestra el uso de diferentes técnicas.
Sotelo alterna su residencia entre Chile y Francia, a donde debió exiliarse en 1973 a raíz del golpe de estado contra el entonces presidente Salvador Allende.
Esa división entre dos patrias, el ir y venir, es el concepto que manejó el artista en la muestra, apoyado en la idea del regreso de Telémaco a Ítaca tras la búsqueda infructuosa de su padre Ulises.
“Porque todo forma parte de las diversas hazañas y enseñanzas que el destino nos da”, dijo el artista en la apertura de la exposición de carácter gratuito.
El pintor y grabador de 73 años de edad es una de las figuras más importantes y reconocidas de las artes visuales contemporáneas en Chile, faceta que comparte con su vocación por el magisterio, profesión ejercida con éxito en prestigiosos centros educativos de su país y Francia.
A lo largo de 50 años de carrera Sotelo ha merecido importantes premios, entre estos los de la Crítica y de la IV Bienal Americana de Grabado, ambos en Chile.
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