De cara a los comicios del venidero 8 de noviembre los demócratas enfrentan vientos en contra, impulsados principalmente por el pesimismo sobre la economía nacional y los bajos índices de aprobación del presidente Joe Biden.
De alguna manera, este 2022 los demócratas tienen un problema similar al de los republicanos en 2018: ¿cómo lidiar con un mandatario impopular?
De acuerdo con un sondeo de Gallup, la aceptación del gobernante se hundió a un nuevo mínimo desde que llegó al cargo en enero de 2021, pues en julio solo el 38 por ciento de los votantes aprobó su trabajo, frente al 41 por ciento del mes pasado.
Una popularidad tan baja tradicionalmente indica pérdidas significativas para el partido del presidente en las elecciones intermedias.
Si bien frente a esos datos muchos vaticinan una ola roja (color que identifica a los republicanos), una nueva encuesta de Usa Today/Suffolk University muestra al partido gobernante con una estrecha ventaja de cuatro puntos porcentuales sobre sus adversarios en la boleta electoral del Congreso.
Algunas cuestiones no económicas, como la postura de los conservadores ante la anulación del derecho al aborto y la ola de tiroteos masivos de las últimas semanas, podrían dar a entender esa ligera inclinación de la balanza política.
No obstante, los republicanos creen que esos factores no han hecho mucho para mitigar sus posibilidades de al menos ganar la mayoría en la Cámara de Representantes porque en su opinión las principales prioridades de los votantes son la inflación y un costo de vida más alto, y eso sigue igual o peor.
Por tanto, aunque estudios recientes le brinden a la fuerza política del mandatario algunos rayos de esperanza, esas debilidades se ven agravadas por la gestión de la actual administración ante la coyuntura política internacional, la crisis económica, la pandemia, y otras problemáticas.
Otra pesquisa, esta vez de CBS News, mostró este domingo que los republicanos lideran los votos para la Cámara Baja antes de las elecciones de mitad de período de este año, con 230 escaños proyectados para esa tolda y 205 para los demócratas.
Evidentemente, las encuestas no auguran un buen resultado para los del partido de Biden, aunque algunos retrocesos provocados por los conservadores los favorezcan.
Ante la incertidumbre sobre quién ganará el Congreso y el resto de los cargos en juego el 8 de noviembre venidero, las fuerzas políticas estadounidenses pondrán su empeño para ganar votos en los próximos 100 días, que serán decisivos para definir el rumbo político de Estados Unidos.
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