Las actividades de rescate y socorro del Ejército y las Fuerzas Armadas continúan en varias zonas del país afectadas por las riadas, además de proporcionar atención médica y la apertura de la infraestructura de comunicación, reflejó la emisora Radio Pakistan.
El primer ministro, Shahbaz Sharif, visitó Baluchistán, la zona del país más afectada por las fuertes precipitaciones y crecidas repentinas.
Sharif, en declaraciones a los medios de comunicación tras su visita a Quetta el sábado, anunció paquetes de compensación por los muertos y desplazados durante los fuertes aguaceros monzónicos y desbordamientos en todo Pakistán durante las últimas cinco semanas.
Desde mediados de junio, las lluvias monzónicas causaron la crecida de los ríos y dañaron carreteras y puentes, interrumpiendo el tráfico en todo el país.
Unas 13 mil casas fueron totalmente destruidas o parcialmente dañadas en Baluchistán, que registró el mayor número de víctimas, seguido de Sindh, incluida Karachi, la mayor ciudad pakistaní, donde 70 personas perecieron en incidentes relacionados con las lluvias.
Según la Autoridad Nacional y Provincial de Gestión de Catástrofes (PDMA), hay unas 60 víctimas mortales en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y otras 50 en Punjab.
Naseer Ahmed Nasar, director general de la PDMA en Baluchistán, declaró que al menos 46 niños y 32 mujeres están entre los muertos.
El Ejército, el Cuerpo de Fronteras y los trabajadores de rescate de la PDMA realizan operaciones de rescate y ayuda en todas las partes afectadas y miles de personas varadas en algunos distritos de Baluchistán fueron rescatadas hasta ahora.
Las inundaciones también provocaron la suspensión del servicio ferroviario entre Pakistán e Irán, pues varios tramos de la vía férrea entre ambos países fueron arrastrados por las aguas.
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