A través de una buena comunicación es posible lograr llevar a las personas un mensaje de calidad, y entre tantas aristas que tiene este problema de salud, abordar la estigmatización del virus de la inmunodeficiencia humana.
Tal acción –coincidieron los delegados -también puede ser puesta en práctica para enfrentar el brote de la viruela del mono.
Los que financian los programas contra el sida, deben conocer las comunidades y de su cultura, para así dar un mejor uso de los recursos que transfieren.
Las investigaciones sobre el sida siguen siendo importantes, pero ya es hora que incluyan a las mujeres embarazadas y lactantes cuando trate de nuevos medicamentos contra este flagelo, reclamaron los presentes en el cónclave.
Otros delegados mantuvieron su postura de una mayor equidad en el acceso a las vacunas, el fin de acaparamiento de los productos farmacéuticos y un incremento en las inversiones en métodos de diagnósticos e inmunógenos.
De acuerdo con la literatura médica, el sida es provocado por el VIH e interfiere con la capacidad del cuerpo de combatir infecciones.
El virus puede transmitirse mediante el contacto con la sangre, el semen o los fluidos vaginales infectados.
Al cabo de pocas semanas de la infección con el VIH, pueden aparecer síntomas como fiebre, dolor de garganta y fatiga.
Luego, la enfermedad suele ser asintomática hasta que se convierte en sida. Los síntomas incluyen pérdida de peso, fiebre o sudores nocturnos, infecciones recurrentes y fatiga.
Hasta hoy no existe una cura, pero la observancia estricta de la terapia antirretroviral puede disminuir significativamente el progreso de la enfermedad y evitar infecciones y complicaciones secundarias.
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