«Ya he dicho que estas decisiones son tomadas por los países occidentales en favor de los intereses políticos, y la realidad actual, coyuntural y no se refleja ni en la política mundial ni en la economía», recalcó el jefe de Estado en una reunión sobre la situación en la industria del acero.
Asimismo, Putin manifestó que con las crecientes medidas de asfixia Estados Unidos y sus aliados europeos “arrojaron al basurero” los principios de la Organización Mundial del Comercio.
«Aparentemente, algunos de nuestros socios occidentales ni siquiera quieren recordar estos principios, porque simplemente es incómodo hablar de ellos”, refirió el mandatario.
En ese sentido, aseguró que la reducción del bienestar, la calidad de vida del ciudadano común, principalmente en Europa, no les interesa a los gobernantes occidentales.
Putin también llamó la atención sobre el hecho de que las restricciones al trabajo del sector metalúrgico ruso son una manifestación flagrante de competencia desleal.
«Lo vemos, repito, también en otras áreas de la economía, las sanciones representan un intento de los países occidentales de frenar el negocio ruso como uno de los líderes de la metalurgia mundial y redistribuir los mercados, por supuesto, a su favor», resumió el dignatario.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por las medidas económicas, por delante de Irán, Siria, República Popular Democrática de Corea y Venezuela. Desde mediados de febrero pasado se activaron más de ocho mil 893 nuevas sanciones restrictivas en su contra, en adición a las dos mil 695 que ya estaban en vigor. mem/odf