La prórroga incluye el compromiso de ambas partes de intensificar las negociaciones para alcanzar un acuerdo ampliado lo antes posible.
Cuento con la cooperación continua de las partes para cumplir con sus compromisos y negociar de buena fe para alcanzar un acuerdo ampliado y poner a Yemen en el camino hacia una paz sostenible, afirmó Grundberg en comunicado.
Señaló que el periodo de calma, ampliado ahora hasta el 2 de octubre, permitirá llegar a un consenso sobre el pago regular de salarios y pensiones a funcionarios públicos, la apertura de carreteras hacia el aeropuerto de la capital y proporcionar combustible a los puertos de Hudaydah.
La tregua negociada por la ONU entró en vigor por primera vez el 2 de abril y se renovó por otros dos meses en junio, marcando el período más largo de relativa tranquilidad en más de siete años de conflicto en esa nación de la península arábiga.
Entre los logros, reportados el mes pasado, se encuentran una reducción del 60 por ciento en las bajas civiles y una disminución de casi el 50 por ciento de los desplazamientos, informó una nota de prensa de la ONU.
Grundberg subrayó que el objetivo principal de la tregua es proporcionar un alivio tangible a los civiles y crear un entorno propicio para llegar a una solución pacífica a través de un proceso político integral.
El gobierno yemenita manifestó en una nota oficial que acogió con beneplácito la extensión del armisticio para detener el derramamiento de sangre y facilitar la libre circulación de civiles, mercancías y servicios humanitarios y comerciales en todo el país.
Aunque la tregua humanitaria supone un importante alivio para el panorama actual, Yemen atraviesa una grave situación debido -en gran medida- al conflicto que enfrenta a tropas gubernamentales con rebeldes hutíes.
La crisis escaló en 2015 con el comienzo de bombardeos de una coalición liderada por Arabia Saudita.
jha/avr